La productividad se ha vuelto una parte fundamental para sostener nuestro estilo de vida actual. Si pensamos que hace 100 años no existía la capacidad masiva de creación de nuevos productos y servicios que ahora existe. Cada vez somos mejores para producir. 

 

Sin embargo la “máquina humana” no está diseñada para convertirse en una máquina eficiente y 100% productiva, al fin y al cabo seguimos siendo productos de la naturaleza imperfectos y que se distraen, les da sueño y hambre, pero podemos alcanzar niveles funcionales para mantener nuestras labores diarias.

 

Entonces la pregunta es: en un mundo donde la búsqueda de mayor productividad personal impera, ¿qué hago para conseguirla?

 

Las llaves a una productividad inteligente

 

Son más fáciles los bocados pequeños

 

Imagina que te quieres comer una vaca, ¿te la comerías de un solo bocado o en una sola hora? ¡Claro que no! Una de las claves de la productividad es hacer tareas pequeñas, más fáciles de realizar y terminar. Parte tus tareas grandes en micro encargos y verás como se vuelve más fácil trabajar.

 

Hago más si tengo más que hacer

 

No te ha pasado que planeas que el día que tienes libre y quieres hacer una tarea realmente no haces nada. Bueno, no eres el único. Tener varias tareas, nunca de manera excesiva, ayuda a tenerte enfocado la realización de las tareas.  Así que desde ahora agrupa tareas de manera inteligente.

 

¿Qué te motiva a producir?

 

Hay una cuestión con la que el empresario ha estado lidiando desde que se fundó la primera empresa, el motivante del trabajador para generar. Como seres racionales y emocionales, debemos comprender lo que sucede en nuestras vidas fuera del trabajo afecta nuestra motivación. Hay que tener siempre claro el porque trabajamos o que queremos obtener de nuestra labor, para poder mantener nuestro nivel de trabajo en niveles productivos. 

 

Mantén un horario

 

Ponte un horario fijo de trabajo, esto delimitará en qué momentos realizarás trabajo o tareas productivas y cuáles tomarás un descanso de esparcimiento. Hay estudios que guían hacia la reducción de la jornada de ocho a seis horas de trabajo, con excelentes resultados en países como Alemania.

 

Eres humano, no máquina

 

Hay una idea equivocada en la que pensamos que un humano puede equipararse a nivel productivo con una máquina. Esto es erróneo es bastantes casos, sobre todo cuando se pide realizar operaciones mecánicas y repetitivas. Es por eso que estas tareas se han estado reemplazando por aparatos y herramientas que lo hacen mejor. 

 

Los humanos debemos volvernos mejor para hacer las tareas para las que somos buenos: gestión de recursos, relaciones sociales integración de diferentes campos de conocimiento.

 

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