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La retroalimentación es una actividad ha llegado a convertirse en una herramienta de mejora continua, convirtiéndose en una ventaja competitiva cuando se usa bien. Sin embargo su uso ha sido olvidado por las organizaciones y en otras ocasiones se ha hecho mal uso de ella perdiendo su  verdadero propósito.

 

El sentido primario de la retroalimentación es compartir con una o un grupo personas las sugerencias, malestares y comentarios que se hayan suscitado para poder hablar sobre ellas y encontrar soluciones a ellas. Es por esto que la retroalimentación es una parte importante en la resolución de problemas o situaciones especiales que impiden el buen funcionamiento de las empresas.

 

En nuestra experiencia te damos los siguientes consejos para conseguir el mayor provecho de esta práctica:

¿Cómo hacer tu retroalimentación más efectiva?

  • Debe ser un proceso continuo: la comunicación recurrente entre las diferentes partes de la empresa es un proceso que no debe de parar. Esto ayuda a mantener conocimiento de la empresa y saber los pormenores que suceden en la organización.
  • Debe estar normalizado: las reuniones de retroalimentación deben ser continuas y habituales para que sean útiles.
  • Retroalimentar no es debatir: al ser objetivo de observaciones, lo mejor que un puede hacer es escucharla y tomar las mejores partes de ella, tratar de contraponer ideas puede no ser productivo.
  • Hay que basarse en hechos: es recomendable que siempre que se abra una tema a tratar en una reunión, se tiene que basar en información veraz. No sirve de nada calumniar o mentir.
  • Hazlo en persona: las reuniones deben programarse de tal forma que las personas estén físicamente presentes en la junta, así será más efectiva.
  • Lo que sí puedes cambiar: debes saber ser preciso a la hora de entregar tu retro, no gastes tiempos ni recursos, solamente habla de lo que sí se puede modificar.
  • Enfócate en los presentes: no sirve de nada que des retroaliementación a las persona que no se encuentran ahí. Prioriza a la gente que sí está ahí.
  • Házlo eficaz: no tardes demasiado tiempo retroalimentando, que sea sencilla, rápida y efectiva.
  • Es ayudar, no sancionar: siempre debes de tener el enfoque de auxiliar a quienes reciben la retroalimentación, no regañes ni castigues.
  • Dúo ganador, mejora continua y retroalimentación: este es un equipo ganador, ya que una nos lleva a la otra.

 

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