Aunque no lo entendamos o no lo veamos, estamos entrando en un punto de inflexión importante en la historia del trabajo y de cómo este se lleva a cabo. Entramos en una era donde el trabajo manual, las labores repetitivas o mecánicas pueden ser hechas por máquinas o programas. Ha llegado la era de la automatización y es inevitable que para seguir progresando la tratemos de evitar.
La mejora de los procesos y la aceleración de estos siempre ha sido ,en gran parte, la visión que han tendido los inventores de los mecanismo que hacen el trabajo más fácil. En el caso de las embarcaciones el paso del remo a la vela, de la vela al vapor y del vapor al diesel son un ejemplo de cómo la búsqueda de facilitar un proceso es innata en nosotros lo humanos. Ahora el siguiente gran paso para mejorar y hacer más eficiente el trabajo es sacar a nosotros los humanos de la ecuación, ¡terrible! ¿o no?
¿Qué nos trae la automatización?
Este cambio trae varias preguntas y situaciones a las que no nos hemos enfrentado aún y que apenas estamos adoleciendo, como el cambio de fuerza laboral humana por máquinas o programas.
¿Será que en un futuro toda la gente perderá su trabajo y nadie tendrá dinero? Esto parece una de las opciones pero se han puesto a pensar que siempre que una opción de trabajo desaparece otra se genera para complementar a la nueva que surgió.
Antes la invención del avión no había azafatas, qué tal antes de que hubiera teléfonos, ¿había instaladores de líneas? O en temas más actuales, antes de las redes sociales no existían los community managers.
Cuando desaparece un trabajo y aparece otro que lo supera siempre hay espacios que llenar para que funcione mejor que el otro.
¿Qué vendrá en el futuro?
Hay una cosa que estarán seguras en los años y décadas que vienen: muchos trabajos desaparecerán pero también muchos trabajos aparecerán.
Esto nos va a llevar a pensar y prepararse en áreas más abstractas del pensamiento que seguramente serán más difíciles de reemplazar en un futuro cercano.
También pensemos que hay áreas donde simplemente es difícil pensar en que una máquina o programa reemplace a un humano: en la interacciones persona a persona.
Entonces nosotros creemos que en vez de temer al cambio que ya está aquí y que no dejará de suceder, pensemos en cómo nosotros nos adaptamos a esta nueva oportunidad y a los cambio que conlleva.
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